1) Llevar las clases Súper preparadas y pensadas. Desarrollar al máximo las sesiones que impartimos es la clave para hacer sesiones variadas y acordes con los objetivos perseguidos.
2) Poner buena música en nuestras sesiones. Acorde con el "gran grupo" y con los ejercicios que tengas pensado hacer ese día.
3) Proponer ejercicios dinámicos que vayan al ritmo de la música; y que estos puedan ser seguidos por todo el mundo. En el caso de no serlo, proponer un ejercicio más fácil (una opción B), y que esta opción B, también pueda ser seguida al ritmo de la música.
4) Dar "Feedback" positivo a todo el grupo en todo momento si están trabajando a la intensidad deseada; y dar correcciones individuales en el caso de que haya errores en la ejecución de los ejercicios.
5) Ser Súper atentos/as y cariños/as con todas las personas que tengas en clase.
Todos los instructores/as tenemos nuestra forma específica y especial de dar una clase.
Todos tenemos puntos fuertes y débiles como instructores; debemos potenciar nuestros puntos fuertes, pero sobretodo detectar los débiles para ir a por ellos y ser día a día mejores profesionales.
Estos cinco consejos tienen como objetivo, ayudarnos a hacer este autoanalisis de nuestro trabajo. De vez en cuando hay que parar y reflexionar para reorientar y mejorar.
Sergi Ruiz
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